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Por: Lidia Aredo Abanto
En su etapa como folklorista Arguedas nos presenta los temas que se trataron en el evento que asistió en 1953: ‘’La Semana del folklore Americano’’ en la Universidad de Chile.
Es sorprendente lo que nos describe. Nuestro país en aquel tiempo tenía una aplicación del folklore en la educación muy espontánea.
La importancia del desarrollo del folklore para Arguedas en la educación del alumno, es que éste crea un vínculo muy útil entre la sociedad donde crece y la escuela donde se desarrolla.
Enalteciendo el arte del folklore, considera el escritor, se reafirma su valor y se logra extender.
Pero, ahora en este nuevo siglo, lleno de cambios e innovaciones ¿El folklore seguirá presente en la educación?
José Antonio De la Fuente Perea, en una nota de prensa de la página web del diario Los Andes (22 junio 2006), nos manifiesta que las instituciones como el Ministerio de Educación, el INC, Escuelas de Formación Artística, etc., deben buscar la renovación del sentido de la educación que está perdiendo su rumbo y deben dirigirla hacia un enfoque que debe empezar a fomentar el arte y la educación artística, propiciando a los alumnos valorar y amar nuestras raíces, mas no dejarse llevar por la alienación.
Ahora según lo expuesto anteriormente ¿Realmente estamos viviendo alienados como manifiesta De la Fuente? Pues sí, porque ahora las expresiones artísticas en los colegios cada vez son más extranjeras y ya no peruanas. Algunos pensamos que con bailar el ‘’tema de moda’’ en la actuación del colegio hemos logrado un gran espectáculo, sin darnos cuenta que cada vez más nos alejamos de nuestras raíces culturales. Es por ello que las instituciones educativas deben inculcar y poner en marcha un plan que incluya en todos los centros educativos una revaloración de nuestro folklore, así como lo plantea Víctor Hugo Ruiz Quispe, profesor de la escuela de capacitación en folklore, en el boletín oficial del Centro Universitario de folklore (julio 2008) ‘’ Consideramos necesario replantear las bases filosóficas de nuestra educación y no asumir a la filosofía occidental como única y superior. Se debe dejar de presentar a nuestra cultura como exótica o inferior a las otras culturas, y proseguir en la tarea de seguir descubriendo y comprendiendo, más aún en la danza y la música, los conocimientos que nos han legado nuestros antepasados. Los cuales debemos utilizarlos en todos los campos de estudio, especialmente en el educativo. ’’
Con esto nos convencemos y afirmamos que es un deber desarrollar en la educación de los niños y jóvenes peruanos la valoración y manifestación de nuestra magnfica e insuperable cultura a través de las artes del folklore, porque nadie puede comenzar a valorar algo de afuera sino se ha aprendido, interiorizado y valorado la cultura de nuestra propia casa: El Perú, y ha logrado también del mismo modo, despertar ese amor a la cultura y el folklore de nuestras raíces tal y como lo hizo Arguedas toda su vida.
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