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Por: Carol Iparraguirre Grijalba
José María Arguedas no se suicido sino lo mataron, ¿por qué digo esto?; digo esto porque al leer su ensayo “yo soy hechura de mi madrastra”, me doy cuenta de todo lo que Arguedas sufrió en su niñez después de la muerte de su madre cuando él aun tenía dos años y medio de edad.
Arguedas llego al suicidio porque su angustia y depresión, como el mismo decía que los médicos no encontraran la cura para sus males ya que sus problemas vienen desde la infancia.
Por esto me atrevo a afirmar que gran parte de culpa de el suicidio de Arguedas se debe a los maltratos de Grimanesa y sobretodo de Pablo Pacheco, su hermanastro; y digo esto porque según Arguedas en una ocasión Pacheco lo obligó a presenciar la violación de una de sus tías, que era a la vez la mamá de uno de sus compañeritos de escuela y al parecer, esa fue solo una de las tantas escenas sexuales que fue obligado a presenciar.
Todo esto que Arguedas tuvo que vivir durante su infancia, al huir con su hermano Arístides, tanto maltrato psicológico como físico, calaron profundamente en él y esto se da a notar en sus libros sobre todo en el libro póstumo de "El zorro de arriba y el zorro de abajo".
En conclusión, creo que Arguedas tomo la fatal decisión de quitarse la vida, en gran parte por todos los maltratos que recibió, todo eso que él vivió lo dejo tan marcado que él al ver toda la pobreza y la forma de vida que llevaban los indios en el Perú le vino a la memoria toda su infancia, todas sus vivencias, todo eso que tanto lo marco.
Por eso digo que Arguedas no se suicido sino que lo mataron, lo mato su madrastra, lo mataron sus hermanastros, lo mataron todos aquellos que lo humillaron y lo discriminaron, lo mato ver la pobreza y las condiciones de vida de los indios, lo mato ver que este Perú no tiene identidad y que siempre vamos a ser unos alienados que no valoramos nuestro legado, nuestras raíces que están en lo más profundo de nuestro Perú, que siempre discriminaremos a nuestros hermanos por ser serranos y que lamentablemente aún falta mucho para poder borrar esa mentalidad en los Peruanos.
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